Se trata de una obra del escultor Sebastián, cuya auténtica personalidad es Enrique Carbajal. Es la parte superior de un caballo, construido con placas de metal, cubierto con dientes de acrílico y mide 28 metros. Se transformó en inaugurado el 15 de enero de 1992 para sustituir a "El Caballito" de Manuel Tolsá que ahora está al aire libre en el Palacio de Minería.
Para Sebastián supuso un encargo, para el artista se hizo a tamaño natural para actualizar las pinturas emblemáticas de Manuel Toslá, por lo que determinó hacer un paralelo dentro del concepto plástico. En una entrevista con Procesoen1991, dijo que la estatua de Carlos IV "suponía la conquista, la dominación, y eso no me gusta: el caballo de Carlos IV está pisando el símbolo de las armas prehispánicas, una aljaba, la defensa con las lanzas. Así que sus cuadros, no está pisando nada, no tiene jinete y es sólo la evocación de la cima del animal.
El monumento de la escultura el caballito de carbajal inaugurada en enero de 1992 ha despertado controversia considerando que ese día. Es uno de los hitos de los Estados Unidos de la capital de A, pero no es del agrado de todos los que la ven. Profesa el dicho de que cada cabeza es un mundo y cada opinión es legítima